viernes, 19 de junio de 2020

Metodología de investigación-creación


En esta entrada realizo el recuento de un artículo que, a mi parecer, sintetiza de forma muy clara aportes y reflexiones fundamentales sobre la investigación-creación, que considero bastante pertinentes para mi proyecto, por lo que estaré citando más adelante este texto, desde diferentes puntos del proyecto. En el artículo, titulado “Investigación-creación. Un acercamiento a la investigación desde las artes”, la autora Sandra Daza Cuartas (2009), Maestra en Artes Plásticas y Magíster en Diseño y Creación Interactiva, retoma el texto de Bruce Archer (1995) La naturaleza de la investigación, en donde se aborda la relación entre el proceso de investigación y el de creación artística, con las cualidades que le son propias, como la imaginación, y su determinación a partir de la tríada autor - obra - espectador.















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Según Cuartas (2009), cuando en el ámbito académico desde las artes se acoge la investigación - creación como metodología, esto se da, en primer lugar,  buscando estar a la par de otras ramas de la comunidad académica en la generación de conocimiento, y en segundo lugar con el fin de crear comunidad académica entorno al área de las artes, esto tomando prestados métodos de investigación de las Ciencias Sociales. Ante el primer fin, como lo plantea la autora, es importante analizar en qué medida es generadora de conocimiento la investigación - creación, y para responder a esta inquietud la autora analizará la tríada artística, como se menciona antes.
Comenzando con un desarrollo histórico de la relación que han tenido los tres componentes del arte, creador, obra y espectador, Cuartas (2009) describe que en una época anterior el arte era considerado más cercano a la ciencia, puesto que un artista (la autora menciona como ejemplo a Miguel Ángel y a Leonardo da Vinci), para realizar sus obras requería de un amplio conjunto de conocimientos, y las creaciones del artista darían cuenta de él. Posteriormente, en el siglo XX, deja de ser el artista el protagonista y comienza a serlo la obra, por sus valores comunicativos más que por el nombre de su autor (poniendo como ejemplo en este caso el Guernica de Picasso). Estas obras se consideraban portadoras de conocimiento en cuanto a que podían dar cuenta, desde su materialidad, del contexto en el que habían sido realizadas. En cambio, actualmente, el interés de una pieza artística no radica en aquello que representa, o en sus significados, sino por las relaciones y experiencias que puede desarrollar el espectador a partir de ella (Daza, 2019). Esto quiere decir que hay un conjunto de elementos que componen la obra, desde su ámbito formal, sintáctico o de significado, los cuales representan múltiples evocadores en quien percibe la pieza, y todos ellos son considerados igualmente valiosos dentro de la obra. En este punto la autora menciona cómo este tipo de relación con el espectador se potencia en piezas contemporáneas de carácter digital e interactivo, que hacen evidente la presencia del espectador, al incluirlo en la obra como un evento. “(...) el arte de nuestra época tiene la capacidad de producir no sólo emociones, sino de generar nuevos acontecimientos tanto para quien la  crea como para quien la  presencia” (Cuartas, 2019, p.75). En este sentido, cuando el arte evoca una nueva experiencia en el espectador, que participaría de la experiencia como co-creador, también puede considerarse que se está generando un nuevo conocimiento.
Para considerar entonces la forma en la que se puede abordar la creación de una obra como generación de conocimiento, la autora se remite al esteta, doctor en filosofía, Víctor Alvarado Dávila, quien menciona en su texto Cuestiones Estéticas de la Investigación  en  Artes, cómo muchos de los teóricos, aunque reconozcan la importancia de la experimentación en los procesos artísticos, no aceptan que dicha experimentación sea movida por la intuición, la imaginación o la creatividad, puesto que estos procedimientos tendrían un carácter irracional y desordenado, elementos que pueden ser ajenos al ámbito científico (Dávila, 2009).  En cuanto a esto, Cuartas (2009) complementa:
(...) poco o nada se han tenido en cuenta la imaginación y la creatividad en el proceso investigativo, pero no podemos olvidar que de estas se nutre el investigador para dar rienda suelta a su deseo de conocimiento, se potencia la creación. Pero finalmente la imaginación termina siendo una cualidad indispensable tanto al momento de crear  como en el proceso investigativo. (p.76)
De esta forma señala uno de los posibles puntos de relación entre el acto investigativo y el creativo, apuntando a que aunque por su carácter la imaginación no es sistematizable, habría que brindar un grado mayor de relevancia a este tipo de características dentro del proceso de investigación. A partir de esta cualidad, desde la cual el artista reinventa el mundo y se reinventa también constantemente a sí mismo, el creativo tiene también el reto de romper con los esquemas y paradigmas de la investigación, para proponer unos diferentes (Cuartas, 2009).
También para abordar el proceso creativo como generador de conocimiento, Cuartas (2009) analiza cómo dentro de la acción técnico-práctica se posibilita una reflexión sobre los procesos internos del creador, que se comprende y se transforma a sí mismo a partir de éstos encuentros, por lo cual al vincular este proceso creativo al investigativo, dicho conocimiento generado sobre el propio ser puede pasar también a ser un conocimiento para otros. Para puntualizar la forma en que este proceso de vinculación puede ser llevado a cabo, la autora se remite a Archer (1995), quien propone que una investigación necesariamente tendrá que partir de un objetivo de conocimiento, y ser un proceso sistematizado. Es decir, si el proceso creativo se sistematiza con rigurosidad, y es desarrollado con el fin de que el conocimiento obtenido sea reutilizado por otros investigadores posteriormente, se estaría cumpliendo con los objetivos de consolidar un método de investigación validado, además de conformar una comunidad académica-artística (Daza, 2009).
Expuesto este planteamiento, Cuartas (2009) señala cuáles serían entonces las características de la investigación-creación. Inicialmente, su objetivo puede ser el conocimiento del ser a través de la exploración técnica artística, con un objeto de estudio integrado al sujeto investigador. “En donde no es solo el producto (obra de arte, práctica artística),  sea lo relevante, sino también el proceso de transformación que sufre el creador y los sucesos que se presentan a través de la investigación” (Cuartas, 2019, p. 77).  Tras esta propuesta, la autora lo relacionará con una reflexión de Archer (1995) sobre el contexto de la cultura oriental, en donde este estudio del ser ha sido una búsqueda, contrastado con occidente, donde las ciencias sociales y humanas se han apropiado de tal objeto de estudio, pero con investigaciones regidas por el argumento lógico. La autora apunta a sugerir que el campo de acción de las artes será necesariamente uno diferente al de las ciencias, en mayor medida a partir de la subjetividad del autor, al citar a Faitina Saikaly (2005) “la ciencia ha colectado un cuerpo de conocimiento teórico, las humanidades un cuerpo interpretativo, la tercer área, la diseñística, ha recogido un cuerpo de conocimiento práctico basado en la sensibilidad, invención, validación e implementación”, y complementándolo con el comentario de Archer sobre la naturaleza subjetiva de las actividades artísticas, que requerirá para su comprensión de la clarificación del punto de vista teórico del autor, es decir, sobre su ideología.
Un punto importante que es traído a colación por la autora  dentro de esta reflexión, y que será esclarecedor al tenerlo en cuenta posteriormente en la transposición de estos aspectos de la creación artística a la creación en la comunicación audiovisual, es la consideración que refiere Cuartas del autor Findeli A. sobre las disciplinas, y es que éstas deben centrarse en dos preguntas para definir su objeto de estudio (en su caso aplicado al diseño):
¿Cuales son los fenómenos del mundo que nosotros estamos interesados en  observar  y entender que no son ya “propiedad” de otras disciplinas? Y ¿Qué  intentamos decir  acerca de ese fenómeno que es desconocido aún y las otras disciplinas no conocen y   que al menos el diseño clama por conocer mejor? (Findeli, 2008, p.69).
De igual forma puede ser bastante pertinente para abordar los puntos en común y en diferencia que tienen las artes y la comunicación audiovisual, en el desarrollo del ejercicio reflexivo que se realice posterior al marco teórico, la última cita que toma la autora del texto de Archer, en donde este define los siete grados de investigación en las artes:
La expresión a través de los medios adecuados.La reflexión creativa sobre la experiencia humana.Interpretación cualitativa del pensa-miento humano en la expresión.Los juicios de valor.La exploración de valores de verdad en el texto.La clasificación de ideas, personas, casos y eventos.La identificación de la procedencia de comentarios sobre las ideas las personas, las cosas y los sucesos. (Archer, 1995, en Cuartas, 2009, p.78).
La autora termina su artículo reflexionando sobre cómo lamentablemente no son aún usuales los casos en los que los artistas sistematicen su proceso de creación y lo publiquen, poniéndolo en común con la comunidad artística, lo cual es un componente fundamental de la sistematización misma, y sugiere que el pensamiento generalizado respecto a que los artistas no deben escribir o argumentar sobre su práctica, solo es un limitante para ellos mismos. Si esta afirmación sobre la situación local de la investigación-creación se revisa una década después de la publicación del artículo de Daza, podría decirse que aún falta un largo camino por recorrer en el proceso de la investigación-creación, en su apropiación y puesta en práctica de múltiples formas, pero que se ha avanzado lentamente, progresando en esa dirección.
Bibliografía:
Cuartas, S. L. D. (2009). Investigación-creación. Un acercamiento a la investigación en las artes. Plumilla Educativa, 6(1), 73-79.
Dávila, V. A. (2009). Cuestiones Estéticas de la Investigación en Artes. Recuperado de http://encontrarte. aporrea. org/media/66/enlasartes. pdf.
Saikaly, F. (2005, March). Approaches to design research: Towards the designerly way. In sixth international conference of the European Academy of Design (EAD06), University of the Arts, Bremen, Germany.
Archer, B. (1995). The nature of research. Co-Design Journal, 2(11), 6-13.
Findeli, A., Brouillet, D., Martin, S., Moineau, C., & Tarrago, R. (2008, May). Research through design and transdisciplinarity: A tentative contribution to the methodology of design research. In Swiss Design network symposium (p. 67).